En el marco del Plan Estratégico de Arroyito, El Arca fue convocada a coordinar una consulta de opinión a 560 chicas y chicos, de entre 5 a 18 años, de 14 instituciones educativas, en torno a cómo ven su ciudad hoy.
“Un plan es el futuro, lo que todavía no pasó en el país” – chiquito de Jardín cuando le preguntamos si sabía lo que era un plan.
El equipo de El Arca, fue convocado por las autoridades de Arroyito y por Fundación ARCOR a participar de esta inédita experiencia, asumiendo el diseño, la coordinación y la instalación de la estructura conceptual y metodológica, que posibilitó que las voces de los más chiquitos de Arroyito, sean tenidas en cuenta en la resolución de temas que los incluyen.
Durante varios días de trabajo colectivo, El Arca junto a Fundación Sol (ambas organizaciones integramos la RedOnda), fuimos facilitadores de 50 talleres participativos, donde los chicos y chicas ejercieron su ciudadanía, jugando, reflexionando y tomando la palabra.
Betina Perona presidenta de El Arca y quien coordinó la consulta, expresó: “Coordinar este proyecto fue un gran desafío para nuestra institución, porque implicó viajar a otra provincia, trabajar en una ciudad que no conocíamos, y armar equipo con otros. Por otro lado, nos llevó un gran trabajo de organización, para poder encontrarnos con muchos chicos de diferentes edades, en muy poco tiempo. Significó un aprendizaje muy intenso, y nos afirmamos en nuestro camino de ser educadores convencidos de que los chicos, tienen mucho para aportar a la sociedad”.
Edgardo Consoli, Coordinador de nuestro proyecto “Ciudadanía con Todos. Promoviendo el Protagonismo Infantil”, también facilitó los talleres en Arroyito, junto a nuestra compañera Mirta Quinteros. El, nos cuenta esto: “Lo importante de esta experiencia, fue que pudo demostrarse que la opinión de los chicos, respecto a temas que podrían parecer en una primer instancia solo del ámbito adulto, es tan lúcida y necesaria como la de cualquier grande. Los chicos pueden decirte algo jugando, pero lo que te dicen, no es un juego; ni una opinión devaluada por su edad o inmadura, por decirlo de algún modo, lo que los chicos dicen, es serio, y puede modificar cosas de su realidad inmediata, tiene una potencia política. Si no se escucha su palabra como un acto político, lo que se hace es quitarle su capacidad transformadora, se los deja sin voz. Yo recibí una gran cantidad de visiones de la ciudad muy profundas y bien desarrolladas, no un montón de ocurrencias pintorescas, o sea, que los chicos/as están elaborando pensamiento, y nosotros, los adultos, y las instituciones adultas, somos los responsables de darle lugar a esas reflexiones, y esa es la importancia de experiencias como estas, transitar el intento de pensar con otros, chicos y grandes”.
Los resultados de la consulta, una vez más, nos confirman que la participación activa y protagónica de los más chicos, además de ser una fuente inagotable de frescura, de sabiduría y de utilidad en temas importantes, es un factor saludable y exitoso en la construcción de una verdadera democracia.